Turismo creativo con la libreta de sketching

A pocos días para mi escapada veraniega os hago partícipe de una de mis últimas aficiones: el urban sketching. Supe de este hobby hace quizá 4 años, y como el scrapbooking, el patchwork, o la repostería creativa, tiene sello americano.

Al principio pensé que ya eran ganas llamar así al tomar apuntes del natural de toda la vida. ¡Qué artista no tiene un cuaderno donde garabatear de tanto en tanto!. Hasta que el verano pasado llegó a Barcelona el Sketch crawl, un encuentro internacional de aficionados, y me enganchó. Y en este tiempo he conocido la obra de muchos artistas, y mi idea sobre esta afición va madurando.



Uno de los principales motivos por el que recomendaría esta afición creativa y no otras es por la sencillez de medios: sólo se necesita papel y cualquier herramienta de dibujo. Y ésto viniendo de Estados Unidos es un logro. Supongo que se entiende porque su difusión se debe exclusivamente a las redes sociales, y no tanto a intereses comerciales. Aunque algunos ilustradores lo han hecho su sello de identidad, y  pueden considerarse  sketchers profesionales.

Otra ventaja: es adecuado para cualquier edad y género. Una de sus bazas es que anima a salir a la calle y a compartir la afición con otros dibujantes.  Ahora entiendo las cuadrillas de jubilados que se reunen para hacer acuarelas al aire libre, disfrutando del paisaje y la compañía.

Y es que es una magnífica manera de viajar y conocer mundo de manera intensa. No es lo mismo hacer una foto, de aquí te pillo y aquí te mato, de un monumento...que dibujarlo. No quiero ser una pesada pero nunca me canso de decir que el dibujo supone una gran ejercicio mental. Analizar, medir, sintetizar, comparar...y expresar. No hay dos dibujos iguales a pesar de representar el mismo motivo.

Dibujar puede ser la cosa más sencilla del mundo como la más complicada, depende de las expectativas que se tenga. Ante todo no debemos engañarnos pensando que dibujar es un don con la que nacen algunos. Y tampoco pensar que todo se puede aprender en una academia de arte. Dibujar, como otras tantas actividades, se aprende con la práctica constante.

Y para empezar a caminar hay que dar un primer paso. Yo os animo a intentarlo, en esta actividad no hay un
papel en blanco: el motivo lo tienes siempre delante de ti, guiándote hacia nuevos descubrimientos.

Éste es uno de los primeros dibujos del verano pasado, en un parque cercano a mi casa. Bien simple, empecé con lápiz sobre una pequeña libreta de dos euros. Al poco me fui de vacaciones a Cahors en el sud de Francia. Un viaje es un magnífico momento para dedicarlo al urban sketching: buen tiempo, vistas hermosas, y muchas horas de calma. Decidí que en vez de postales o fotos me llevaría estas vistas:

A lo mejor como dibujos no son una gran cosa pero como souvenirs son para mi de lo más preciado. Me traen buenos recuerdos, tal vez porque disfruté mucho haciéndolos.

En otro post os presentaré obras de reconocidos sketchers. Cada uno con su estilo particular, aunque también comentaré que estoy empenzando a observar ciertos rasgos de inconfundible estilo urban sketching. Espero que me de tiempo a editarla antes de salir de viaje "sketchero".

Si os animáis a probarlo contádme cómo os ha ido. Otra cosa que gusta y engancha es enseñar nuestros logros ¡aunque sean pequeños!